Las empresas han acelerado su digitalización frente al aumento de usuarios que compran online desde el comienzo de la crisis del coronavirus
La transformación digital de las empresas es una necesidad que se ha incrementado más que nunca desde el inicio de la crisis del coronavirus. Muchos negocios se han dado cuenta de la importancia de tener presencia en Internet en un mundo en el que los clientes no pueden ir personalmente a su tienda y las compras online han aumentado en niveles hasta ahora superados.
Ya eran muchos los usuarios que se aventuraban a comprar delante de la pantalla. Pero el confinamiento ha producido que muchos nuevos usuarios se pongan las pilas y aprendan a comprar por Internet y comparar marcas en redes sociales.
¿Cuáles son los aspectos básicos que una empresa debe tener en cuenta para digitalizarse?
Los expertos en marketing lo tienen claro:
POSICIONAMIENTO SEO: aparecer en los primeros puestos de búsqueda de Google es fundamental porque los tres primeros resultados se llevan el 92% de los clics de los usuarios.
POSICIONAMIENTO SEM: la publicidad online a través de Google permite definir exactamente a qué tipo de usuarios mostrar los anuncios de los negocios. Una gran ventaja frente a la publicidad tradicional.
CAMPAÑAS DE NEWSLETTERS: Llamar la atención de tus posibles clientes y personalizar la información que los negocios les ofrecen para que les resulte interesante y no intrusiva. Evita acabar en la carpeta de spam.
PÁGINA WEB: la página web de un negocio es su escaparate virtual. Durante el confinamiento, las empresas que tenían una web atractiva, navegable y actualizada donde exponer sus productos o servicios y contactar con el cliente obtuvieron una gran ventaja.
REDES SOCIALES: El 80% de la población tiene alguna red social en activo para informarse de novedades y descubrir nuevas marcas. Una buena presencia en redes sociales abre más puertas a los negocios y les sirve para crear su imagen de marca.
El coronavirus ha acelerado el salto a Internet de las empresas. Muchas ya se preparan por si los tiempos volvieran a torcerse en su contra.