Los economistas plantean diversos escenarios en la economía mundial frente a la incertidumbre de la crisis del coronavirus
El COVID 19 ha provocado una grave herida en la salud mundial, pero también en su economía. Debido al confinamiento, el cierre de fábricas, comercios y otras empresas el 80% del mundo se enfrenta a una recesión sin precedentes desde la crisis de 1929. La incertidumbre, la caída del consumo y el descenso de los precios en todos los sectores plantean diversos escenarios para la recuperación de la economía del planeta. La evolución del precio de la mano de obra, las oscilaciones de la ley de la oferta y la demanda o el crecimiento de la producción son algunos de los factores que más se tienen en cuenta para pronosticar el futuro.
Un mal menor: el mejor escenario
Algunos economistas apuestan por que el COVID 19 estará definitivamente controlado en el último trimestre de 2020. En este caso China únicamente perdería el 3,3% del PIB, que podría recuperar con facilidad en el primer trimestre de 2021. Estados Unidos en cambio, perdería un 8% del PIB. Su recuperación sería más lenta que la de China, pero alcanzable con un poco más de tiempo. En cuanto a la Unión Europea, sus pérdidas en el PIB supondrían un 4%. Durante el segundo trimestre de 2021 podría haber recortado este porcentaje e incluso aumentar su economía.
Sobre la economía mundial, su PIB descendería en un 5% y su recuperación sería más lenta, pero constante, recortando un 1,4% al año. Estos expertos consideran que durante la recuperación, la producción aumentará bastante y los países requerirán materias primas y energía. Esto significa que la demanda aumentará y los precios volverán a aumentar hasta su normalidad.
El turismo también se reactivará, según estos economistas, teniendo en cuenta el cansancio de la población por el confinamiento. En cuanto a la industria del entretenimiento, consideran que su recuperación será más difícil, sobre todo de aquellas actividades que supongan muchedumbres, como conciertos, debido al miedo que los consumidores podrían experimentar aún a grandes cantidades de personas.
La conclusión final es que todas las economías sufrirán perdidas, pero serán fácilmente recuperables en un plazo de entre 1 y 5 años, dependiendo de cada país.
El apocalipsis económico: el peor escenario
Lo peor que podría sucederle a la economía mundial sería la imposibilidad de detener el COVID 19. Esto provocaría un colapso de bancos y empresas que se traduciría a su vez en falta de liquidez y deudas. Se produciría un cierre de negocios en cascada que acabaría con el sistema financiero mundial. En otras palabras: el apocalipsis de la economía.
China perdería hasta un 7% del PIB y su recuperación sería increíblemente lenta porque sus exportaciones al resto de países quedarían congeladas. Estados Unidos perdería un 10% del PIB, la mitad de su producción se destruiría y la bolsa de valores caería como nunca antes en la historia, suponiendo el caos bursátil a nivel global. La Unión Europea perdería un 14% del PIB y el 80% de los bancos echarían el cierre, desencadenando una crisis mayor que la de la Segunda Guerra Mundial. Los trabajadores europeos se verían obligados a emigrar.
A nivel global la economía perdería el 15% del PIB. Los países peor parados no verían repuntar su economía hasta el tercer trimestre de 2022. El coronavirus podría traer el fin de la globalización debido al fin de las exportaciones. China sería el primer país en recuperarse y se convertiría en el nuevo líder mundial.
En cualquiera de los dos casos, el panorama que presenta la economía es muy oscuro. Solo el tiempo dirá si es el mal menor o el mal mayor el que azotará el nuevo mundo que nacerá después del coronavirus.
Fuente origen: IberianPress